En el año 2001 mi mamá y mi papá decidieron llevarme al dentista y comenzar a pagar mi tratamiento de ortodoncia. Éste nunca comenzó porque yo dejé de asistir a las citas de preparación. La preparatoria y mi adolescencia no me dejaban tiempo para asuntos de salud, así que decidí vivir con mis dientes pequeños hasta que aguantara.
Así pasaron muchos años, ponía mi sonrisa de pretexto para decir que por eso no era bella -mentira, siempre he sido bella- Pensaba que todos veían ese gran defecto en mi -mentira, veían otros defectos jaja- Y me ocultaba detrás de una mano cuando sonreía. La verdad siempre he sido muy risueña y me costaba mucho carcajearme, a menos que fuera frente a alguien de entera confianza. Todo lo veía en dimensiones exageradas, evidentemente no era así, no era un monstruo y mis dientes eran totalmente normales. Ay esa adolescencia.
Hace 3 años decidí ir al dentista, buscar ortodoncistas, preguntarle a mis amigos sobre sus experiencias y aventarme. Claro que ésto no fue sencillo, porque yo le tenía un temor tremendo al dolor, y por curioso que parezca, tenía miedo de verme peor. Por fortuna la angustia terminó el año pasado, cuando al fin en un arranque de desesperación frente al dentista dije SI, y al día siguiente ya tenía el aparato de ortodoncia en mis dientitos y sin dolor alguno.
Me arrepiento un poco de no haber tenido valor antes y de que en aquellos años haya puesto prioridades a objetivos que no se cumplieron como yo quería. Ahora mismo sigo con dientes de vampiro, me río como loca y viviré con los brackets varios meses más, pero soy muy feliz. No cambió mi vida como muchas personas dicen cuando usan aparatos de ortodoncia, pero ésto no es porque no me sienta mejor, sino porque yo ya estaba bien con mi aspecto, ya me había reconciliado y quise solamente atacar mi trauma adolescente.
El proceso ha sido rápido, mis dientes cambiaron de posición en menos de 4 meses y los dolores que decían que se sentía nunca aparecieron. Ok, no voy a mentir, es un dolor pequeño, que te cuesta y que hasta te gusta (Lo siento si suena masoquista), pero no es nada grave. Créanme, si yo puedo soportarlo, todos pueden. A veces tengo huecos entre dientes y hasta reniego de estar "chueca" porque una mitad de mi sonrisa está bien y la otra parece que se cae, pero creo que son un poco de mis alucinaciones. Regularmente tiendo a verme con lupa.
¿Quieres usar brackets y no te atreves? No lo pienses dos veces, busca a tu mejor ortodoncista y hazlo, valdrá la pena. Por lo pronto yo me he quitado 6 años de encima y me veo de 20 otra vez ;) A parte cada vez somos más personas quienes usamos brackets y somos bellos. ¡Fuera mitos y prejuicios! Podemos besar y comer mucho mejor. Créanlo ;)
